HISTORIA DEL NARCOTRÁFICO EN
HONDURAS
La conformación
de grupos delictivos organizados comenzó hace muchos años atrás con el tráfico
de influencias políticas para el enriquecimiento ilícito, con la fabricación de
aguardientes clandestinos, con la defraudación fiscal, con el robo de bienes sagrados
de la Iglesia Católica y el saqueo de las zonas arqueológicas, con el tráfico
de pasaportes, con el soborno a funcionarios públicos de niveles alto medio,
robo a bancos así como a vehículos terrestres y aéreos, falsificación de
monedas y documentos públicos, tráfico de cédulas de identidad, de armas,
explosivos y materiales relacionados, así como de inmigrantes, niños y trata de
blancas (prostitución). También se trafica con animales en peligro de extinción
y plantas exóticas para venderlos nacionalmente y en el exterior.
El narcotráfico,
de naturaleza transnacional y una de las manifestaciones más sofisticadas del
crimen organizado, comenzó a tener notoriedad en Honduras en la década de 1970,
al ser un país de tránsito de la cocaína producida en América del Sur y cuyo
destino principal era Estados Unidos de América. Desde sus inicios contó con la
complicidad de miembros oficiales superiores de las Fuerzas Armadas, entidad
que gobernaba el país desde 1963.
La mayoría de la
población ignoraba la existencia del narcotráfico, hasta que el 3 de diciembre
de 1977 fueron secuestrados luego asesinados Mario y Mary Ferrari, quienes
estaban vinculados al tráfico de cocaína, armas y esmeraldas con Juan Ramón
Mata Ballesteros, capo de origen hondureño residente en Colombia. Este hecho
tuvo gran publicidad y trajo a la palestra pública que los traficantes de
drogas situados en Colombia tenían eslabones en Honduras y que miembros de las
Fuerzas Armadas, a nivel de máxima jerarquía y organismos de inteligencia, eran
sobornados y utilizados por el hasta ese tiempo desconocido, Mata Ballesteros.
Juan Ramón Matta
no fue un narcotraficante cualquiera. No solo fue propietario de una compañía
aérea que trabajaba con el gobierno de Estados Unidos. También fue el hombre
que puso en contacto al Cartel de Medellín con el Cartel de Guadalajara. En
otras palabras, conectó a Miguel Arellano Félix con Pablo Escobar Gaviria. Se
trató de una pieza clave en la creación del trampolín centroamericano de la
cocaína. Todo ello lo hizo mientras colaboraba con el gobierno estadounidense
en la lucha contrainsurgente. No estaba sólo en estos manejos. Como hoy sabemos,
en México el Cartel de Guadalajara también organizó varios campos de
entrenamiento para grupos contrainsurgente guatemaltecos5, mientras que en
Colombia el narcotráfico ya era una pieza clave de la financiación y
organización del grupo paramilitar Muerte a Secuestradores MAS6.
Este idilio
entre narcotraficantes y las agencias de inteligencia estadounidense sufrió un
serio revés en el año 1985. El 9 de febrero de aquel año fue asesinado en
Guadalajara (México) el agente de la Agencia antidroga estadounidense DEA
Enrique Camarena. El asesinato de un agente de esta institución era un hecho
sin precedentes. El que fuese secuestrado públicamente por agentes de policía
mejicana para posteriormente aparecer torturado y asesinado de la manera más
brutal produjo un gran escándalo dentro del gobierno de Estados Unidos. Con el
tiempo se fue rebelando que la posible causa de este asesinato sería que
Camarena había descubierto los campos de entrenamiento para la contra
nicaragüense que la CIA había montado en propiedades del Cartel de Guadalajara
en México7. Varios ex agentes de la CIA y de la DEA cercanos al caso han
implicado directamente en la tortura y asesinato de Camarena a la CIA. También
han señalado que su muerte se debió al interés de ocultar los nexos entre el
narcotráfico, el gobierno estadounidense y la lucha contrainsurgente8.
Era la época de
los grandes narcos y Juan Ramón Matta era un hombre muy popular en Honduras. Se
había ofrecido a pagar la deuda externa de la nación y en su mansión en Tegucigalpa
repartía favores para ricos y pobres. Pero su felicidad no iba a durar mucho
tiempo. Cuando se empezó a conocer en Estados Unidos las actividades de tráfico
de armas de la CIA y su implicación en el narcotráfico todo cambió. Las
revelaciones del Irangate9 en 1986 en Estados Unidos iban a provocar su caída.
Esta se produjo mediante su secuestro en 1988 por agentes estadounidense en
Tegucigalpa, para ser trasladado a República Dominicana en una acción
completamente ilegal. Una vez en este país, se tramitó su extradición. Este
hecho iba a provocar una respuesta inaudita en Tegucigalpa. Una protesta contra
las injerencias extranjeras en el país acabaría con la quema del consulado
norteamericano por ciudadanos furiosos y partidarios de Matta.
A pesar de la
extradición de este narcotraficante, las estructuras y contactos entre los
cárteles de México y Colombia quedaron establecidas de manera definitiva, y la
utilización de Honduras como puente entre ambos países se mantuvo. El gobierno
de Estados Unidos sustituyó al quemado Matta por un nuevo socio estratégico
para la actividad contrainsurgente en Honduras, el también señalado como
narcotraficante Alan Hyde10.
ZONAS DE
NARCOTRÁFICO Y DESEMBARQUE EN HONDURAS
En Honduras existe una especie de Triángulo de las Bermudas, que comienza en la región de La Mosquitia, en la costa atlántica, conocida también como Gracias a Dios, frontera con Nicaragua; sigue hacia las Islas de la Bahía, en el Mar Caribe; y desciende a la frontera sur con Nicaragua, en la aduana de El Guasaule, en el sureño departamento de Choluteca.
Para el analista
político Víctor Meza, del Centro de Documentación de Honduras, estas formas de
esparcimiento, a escala nacional, no descartan la existencia de minicárteles de
la droga, porque Honduras pasó de ser puente de los narcos, a constituirse en
un depósito de estupefacientes.
Todos los países
que se convierten en sitio de depósito, más temprano que tarde, ven surgir de
minicárteles regionales o de grupos locales distribuidores de droga, que entran
en competencia entre sí, por el control de territorios o por el acceso a
fuentes distribuidoras de la droga en grandes cantidades o al por mayor.
Uno de los
puntos donde es más evidente la narcoactividad, es la región norte del país,
sobre todo las Islas de la Bahía, una zona que se presta mucho para este tipo
de actividad por ser un punto importante de confluencia turística, sin
vigilancia policial. Gran parte del tráfico de droga, que viene por las rutas
marítimas, desemboca en las Islas de la Bahía
El noventa por
ciento de la flota pesquera hondureña está concentrada en Islas de la Bahía y
regiones adyacentes. Muchos pescadores de mariscos y langostas han acostumbrado
canjear parte de sus productos por droga que viene de Colombia, particularmente
de la Isla de San Andrés. Las operaciones de canje de la droga se realizan en
alta mar.
EN LA ACTUALIDAD

En el norte del
departamento de Morazán, en la región central, se registra, por cuestiones
ecológicas, un
decaimiento de la actividad agrícola. Varios campesinos, por los
bajos precios de los granos básicos y estimulados por narcotraficantes, optaron
por realizar cultivos de marihuana en vez de maíz, arroz y frijol, los
productos básicos que conforman la dieta alimentaria del hondureño.
En Cortés, Yoro,
Comayagua, Colón y Olancho, con tierras fértiles, el cultivo de marihuana tiene
fines estrictamente comerciales.
La Comisión
Legislativa contra el Narcotráfico sostiene que los campesinos son inducidos a
dedicarse al cultivo de marihuana, para obtener ingresos superiores a los
generados por sus cultivos tradicionales, generalmente granos básicos.
Las autoridades
hondureñas sospechan que, en alta mar, en el Océano Atlántico, hay trueque de
droga por langosta y camarón. De tal manera que la droga es vendida en el
mercado local, particularmente en las ciudades de San Pedro Sula, La Ceiba,
Tela y Cortés, en la zona norte, donde opera el mayor flujo de turistas
extranjeros, en su mayoría estadounidenses, en hoteles de cinco estrellas
ubicados en las playas.
Las
características geográficas del país, con costas en ambos océanos, extensas
fronteras terrestres, la existencia de grandes zonas vírgenes y factores de
carácter político y económico, así como los tratados de integración con América
Central, propician este incremento del narcotráfico.
De acuerdo con
el CEINCO, un centro de información de las Fuerzas Armadas, una de las zonas de
trasiego de droga con características especiales es la región de La Mosquitia,
donde la población, en su mayoría, apoya, participa y cubre esta actividad,
dado los altos niveles de pobreza y falta de empleo.
FORMAS DE TRANSPORTE

Algunos
individuos de origen colombiano, sospechosos de ser narcotraficantes, están
comprando propiedades en los departamentos de Gracias a Dios, Colón y en toda
la zona del litoral atlántico hondureño.
Una vez
establecidas en el sector, éstas personas de inmediato crean grandes redes de
información, lo que les permite saber de inmediato la presencia de extraños o
de autoridades en la zona.
Durante la
pasada década, dados los conflictos internos en Nicaragua, El Salvador y
Guatemala, hubo una gran afluencia de tropas extranjeras a Honduras, hecho que
estimuló el uso del territorio hondureño para el trasiego de drogas del sur al
norte de América.
La incautación
de drogas revela que hay una intensificación del uso del territorio hondureño
para el trasiego de cocaína, ya que en los años anteriores el promedio no
pasaba de mil kilos.
En Honduras y
muchos países esto produce cosas tales como la dependencia, lo que lleva a la
delincuencia y también a financiar a las guerrillas. Las actitudes permisivas y
fatalistas del pasado, han hecho posible que el problema de las drogas haya
alcanzado las proporciones de epidemia con que nos enfrentamos en la
actualidad. El enlace del actual problema de los narcotraficantes, va mas allá de
la represión y de las cuestiones de salud pública, pues hace una amenaza para
el orden económico y social en el mundo entero.
CAUSAS
DEL NARCOTRÁFICO EN HONDURAS
El Narcotráfico
es principal causa de que en Honduras exista un gran indice de delincuencia y
criminalidad ademas de otros causas entre las que se encuentran la extrema
pobreza y el desempleo; pero “hay un factor que no podemos nosotros excluir en
este análisis y es el hecho de que el narcotráfico ha avanzado en forma
realmente preocupante, espeluznante, en el país y en Centroamérica en general y
particularmente en Guatemala y Honduras. Esto se debe fundamentalmente a un
hecho internacional y es la política de los Estados Unidos que ha privilegiado
a México y Colombia en su apoyo en la lucha contra el narcotráfico”.
La indiferencia
con los países de Centroamérica se podría reducir a que el país del norte ha
estimado que el avance del narcotráfico no era importante en Centroamérica y
ahora se ha revelado que los índices de tráfico de avionetas, submarinos,
lanchas rápidas, incluso por transporte terrestre para conducir la droga al
norte, ya alcanzan niveles de proporciones extraordinarias.
EFECTOS DEL NARCOTRAFICO EN HONDURAS
Las drogas producen adicción en toda la gente
y también la perdida de hacer las cosas. Al ser uno dependiente de los
narcóticos, los que trafican su droga generan más dinero, por lo que siguen
traficando para ganar más dinero aún.
Cuando alguien es drogodependiente, es
necesario que tenga algún medio para obtener dinero (para satisfacer sus
ganas), por lo que llegan a pagar gigantescas sumas de dinero para poder
satisfacer sus necesidades. Cuando este no posee dinero, se vuelve más
peligroso aun, debido a que es capaz hasta de matar por poder tener lo que
quiere, la droga.
Últimamente, el número de gente adicta a las
drogas, ha aumentado. Para disminuir estos índices, se han hecho campañas
preventivas, las que no son eficaces y son poco atractivas. Además es casi
imposible que un adicto pueda dejar de consumir drogas por voluntad propia.
En la psicología humana, es normal querer
conocer nuevas sensaciones, por lo que en variadas ocasiones, esa curiosidad,
nos lleva a consumir las drogas. Esto ocurre normalmente en jóvenes menores de
edad, a los que por naturaleza, nos gusta conocer cosas nuevas.
Según conocidos del tema, una de las formas de
evitar el tráfico de drogas, sería legalizar los narcóticos, para evitar que
los mafiosos generen fortunas de dinero en algo que está al alcance de
cualquier persona. Además, a las drogas se le podría poner un impuesto
agregado, así invirtiéndolas en centros de rehabilitación